La enzima prodigiosa del Dr. Hiromi Shinya

Ahora que tenemos un poco más de tiempo para leer, quería recomendaros el libro “La enzima prodigiosa”, del Dr. Japonés Hiromi Shinya. Realizó la primera cirugía de colon sin incisión abdominal. Es jefe de la Unidad de Endoscopia Quirúrgica del Centro Médico Beth Israel en Nueva York. A sus 73 años disfruta de una salud maravillosa, y sus secretos para mantenerse en forma son sencillos y asequibles para todo el que desee respetarlos. 

Los alimentos que considera que debemos evitar porque contribuyen a la destrucción enzimática son: los productos lácteos, el té verde japonés, té chino y té ingles (limitarlo a una o dos tazas al día), el café, los dulces y el azúcar, la nicotina, el alcohol, el chocolate, las grasas y los aceites y la sal de mesa refinada.

Y nos recomienda, entre otras pautas:

• Que dejemos de comer y beber cuatro horas antes de ir a la cama (si tenemos hambre antes de acostarnos tomar una pieza de fruta)

• Masticar cada bocado entre 30 y 70 veces

• No comer entre horas (excepto fruta)

• Comer frutas y beber zumos 30 a 60 minutos antes de la comida

• Comer granos y cereales integrales sin refinar

• Comer más alimentos crudos o ligeramente al vapor (calentar la comida a más de 48 grados centígrados mata las enzimas)

• No comer alimentos oxidados

• Comer alimentos fermentados

• Beber agua buena (agua mineral o agua dura), pues tiene mucho calcio y magnesio y mantiene tu cuerpo con un Ph alcalino óptimo. Los adultos deben beber de seis a diez vasos de agua al día.

• Beber de uno a tres vasos de agua al despertarse por la mañana y dos o tres vasos de agua una hora antes de cada comida

En el libro te explica el por qué de cada recomendación. Veamos la razón por la que debemos masticar de 30 a 70 veces cada bocado y por qué necesitamos irnos a dormir con el estómago vacío: 

Masticar: 

Esta práctica “libera una secreción activa de saliva, una enzima que se complementa bien con los jugos gástricos y la bilis, y ayuda en el proceso digestivo. Masticar con cuidado aumenta el nivel de glucosa en la sangre, lo cual suprime el apetito y evita comer en exceso. También ayuda a la absorción eficiente aun en pequeñas cantidades de comida”. 

Estómago vacío:

“Cuando tu estómago está vacío, hay un alto nivel de un ácido fuerte que mata al Helicobacter Pylori, así como a otras bacterias malas, creando un ambiente intestinal equilibrado que es conducente a una autocuración, a resistencia e inmunidad. Se evitan también los problemas de reflujo ácido y la apnea del sueño”. 

¡Buen provecho!