jueves, 13 de junio de 2013

Insectos cargados de proteínas, ¿alimento del futuro?


La entomofagia se practica de toda la vida. El ser humano sigue comiendo insectos, arácnidos o artrópodos como alimento, aunque en algunas zonas del plantea se considere repugnante o incluso tabú. Quien haya viajado a México, América Central y Sur, África, Asia y Australia sabrá de lo que hablamos.  


Chapulines en el mercado de Oaxaca. imagen: enmexico.about.com


Los insectos representan cuatro quintas partes de la fauna del planeta y tienen el potencial de ayudar a combatir la desnutrición en el mundo. "Los insectos son a menudo la principal fuente de proteínas para la población en zonas forestales", dijo el director de la FAO, José Graziano, al presentar el informe Insectos comestibles: perspectivas de futuro para la seguridad alimentaria y la alimentación.


México alberga 549 de las casi 1,900 especies de insectos catalogadas como comestibles en el mundo. Entre las especies mexicanas más nutritivas están los chapulines, el nombre local de los saltamontes. Una ración de 100 gramos de estos insectos puede contener hasta 80 gramos de proteínas y solo cuatro de grasas no saturadas, además de varios minerales.

Los insectos en México son consumidos en comunidades marginadas y en restaurantes de lujo y son muy apreciados en las cocinas regionales del país. Los estados en los que se consumen más insectos son Oaxaca, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y Querétaro. Cuando viví en Oaxaca comí un par de veces los chapulines, unos saltamontes chiquitos que se cocinan con ajo y limón. Los introduces en un taco con un poco se salsa y ya estás servido. Sí me aficioné a consumir  gusanos en polvo. Compraba la tarrina en una miscelánea cerca de casa. A la pasta con tomate le añadía los polvos y reconozco que estaban riquísimos. 


Los escamoles (huevos de hormiga) son el "caviar mexicano" imagen: www.tulancingocultural.cc


En México se comen los gusanos de maguey, los gusanos de cedro, los gusanos zatz, los chinicuiles… Los escamoles o huevas de hormiga se fríen en mantequilla y son considerados un auténtico manjar en los buenos restaurantes. Y las mismas hormigas se comen fritas o asadas en tacos. Su sabor es parecido al cacahuete. 

En Taxco, entre noviembre y febrero, se compran los jumiles vivos en el mercado. Estos insectos se comen en tacos con salsa y su sabor es fuerte y penetrante, entre pimienta y ororuz. 

También se consumen los ahuaucles, la hueva de una mosca acuática llamada axayácatl que desova sobre la superficie de los lagos del Valle de México. Se come con huevo, en tortilla. 

Muy cerca de Oaxaca hay ranchos donde se cultiva la antiquísima grana cochinilla, que se utiliza para teñir la ropa y ahora se emplea como colorante para embutidos, gelatinas y otros alimentos y para bebidas, como el Campari italiano. 2 minutos y medio para que conozcas de cerca cómo aprecian los mexicanos su cocina... 


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