jueves, 24 de enero de 2013

Educación sexual en coles españoles

¿Cuántas veces te has sentado con tu pareja (o sin ella) a hablar de sexo y afectividad  con tus hijos? España, de momento,  parece ignorar la educación afectivo-sexual en los colegios y  me atrevería a decir que también la ignora en casa. Esa sensación me ocupa. Para empezar –y a nivel familiar-  debería establecerse un Consejo Sexual de Mujeres Sabias integrado por abuelas, madres, tías, madrinas, suegras, vecinas… que compartieran con las jovencitas de la tribu cómo vivieron su sexualidad a lo largo de los años: dudas, soledades,  miedos, decepciones, culpa, vergüenza, tabúes, presiones sociales... Y también deberían compartir sus grandes descubrimientos: la alegría de amar y ser amadas, la complicidad y la amistad en el lecho, el milagro del orgasmo, la conciencia de dios, el cuidado mutuo, el humor, la libertad de expresión.. ¿Cómo van a descubrir tus hijos las bendiciones de una vida sexual saludable si tú guardas silencio sobre un tema tan crucial y determinante para su felicidad futura? 


imagen: mamakiya.blogspot.com


¿Qué educación sexual se está dando en el colegio a niños, niñas y jóvenes? Parece ser que la pedagogía afectivo-sexual que llega a la escuela es “mínima y anecdótica”: se limita a enseñar cómo se coloca un preservativo o a regalar compresas y tampones. A ello sumamos que muchos centros imparten clases sobre sexualidad elaboradas por empresas de productos de higiene íntima y en el que se promocionan sus marcas. Y para colmo, en nuestro sistema educativo, la mitad de los jóvenes no heterosexuales ha sufrido acoso escolar homofóbico por parte de sus compañeros o sus profesores.  


imagen: radiohuesca.com


Los profes tocan "transversalmente" nociones de afectividad y sexología en las asignaturas de Conocimiento del Medio en la etapa Primaria, y en Educación para la Ciudadanía, Ciencias Naturales y Biología en Secundaria. La educación afectivo-sexual no se incluye en el currículo del sistema educativo español de la Primaria ni de la Secundaria.

“No se está dando educación sexual porque no está incluida en el currículum. Está en campo de nadie y se suele planificar como actividad extraescolar, equiparada a la educación vial o la nutricional. Hay que enseñar habilidades sociales, no a poner un preservativo, ya que no se usan no porque no sepan usarlo sino porque no han pensado en qué significa ser padre y ser madre, qué necesita un niño o porqué querrían ser padres”, explica Raquel Hurtado, sexóloga y psicóloga encargada de programas de educación sexual en la Federación de Planificación Familiar Estatal.

El caso más habitual es el del colegio de Secundaria que invita un día a un educador especializado enviado por el Ayuntamiento y, posteriormente, el profesor refuerza en tutoría los conocimientos impartidos o resuelve las dudas. Estos talleres tienen una primera parte teórica de asignación de roles y gestión de las emociones asociadas al sexo y una parte práctica en la que se trata la prevención de enfermedades de transmisión sexual y la contracepción, en la que se suele enseñar a colocar un preservativo masculino sobre un molde de un pene, básicamente.

¿Y qué decir de la menstruación?

Los programas de educación sexual que llegan a las escuelas desde fuera no vienen sólo de parte del Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma, el Injuve o la Cruz Roja. Más llamativo es el caso de las empresas de productos de higiene íntima como Evax, Ausonia y Tampax que tienen un programa educativo conjunto para impartir en 3º de la ESO “centrado en los cambios físicos y emocionales de la adolescencia”. Se trata de una clase de una hora que imparte el profesor con ayuda de unos materiales audiovisuales, información y ejercicios elaborados por ellos y que sugieren vincular a las asignaturas de Ciencias de la Naturaleza y Educación Física. Acompañando este material, llegan al aula muestras gratuitas de sus productos para las alumnas. 

Vamos a trazar un puente de comunicación con nuestros hijos donde sientan que no los juzgamos ni los condenamos. Un espacio alegre, divertido, consciente, donde aprender de ellos y de nosotros mismos. Del exterior recibirán mucha confusión, desorden, excesos, ignorancia y falta de perspectiva. La única manera que se me ocurre de equilibrar esas otras fuentes de información a las que van a acudir nuestros hijos en busca de respuestas es compartir la sabiduría de las buenas mujeres y hombres que viven en su entorno más inmediato.

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