El sentido de las Relaciones Kármicas
Por Teresa Salazar
No sé si a alguno de vosotros os ha pasado: conocéis a alguien y sentís como un dardo en el alma... No importa si esa
persona no tiene nada que ver con nosotros, ni en edad, ni en afinidades, ni en
el camino espiritual... Simplemente sucede en un segundo... Todo nos resulta
familiar... su olor, sus ojos, su manera de expresarse... Es como un latigazo
en el corazón que nos causa un impacto enorme.
imagen: esenciadelser.com |
En la
siguiente cita, empiezas a pensar:
-¡Dios mío! ¿Qué hago yo con ésto?
Pero no hay nada que hacer al respecto porque es
una unión que va más allá de las palabras o los hechos. Son sentimientos y
lazos muy poderosos que fueron atados en otras vidas. Se siente vértigo, pero
uno no puede detenerse ya que es un vínculo fortísimo que se escapa de la
razón.
Estas personas no entran en nuestras vidas ni para hacernos felices (más bien lo contrario) ni para proporcionarnos paz. Su misión es otra... Vienen para enseñarnos aspectos de nosotros mismos que de otra manera no podríamos ver y para que trabajemos nuestro interior.
A medida que la relación va afianzándose, nos
sentimos como en una montaña rusa, alternando momentos de éxtasis con momentos
en los que crees estar viviendo una pesadilla. Todo se nos mueve por dentro y
el Universo nos pone delante, una y otra vez, aquello que tenemos que resolver
de nuestro pasado y nuestro presente. Yo lo llamo el "Drama Karma",
porque de fondo, hay como un tinte dramático que impregna la relación en sí
misma. Ni somos felices ni podemos desengancharnos de la persona. A menudo
estas almas "gemelas" tienen que enfrentarse a retos para poder estar
juntas y entonces el romance se convierte en una "olla a presión". Es
como si a pesar de la profunda atracción entre sí, ninguno de los dos pudiera
permanecer dentro de la relación.
Esta unión conlleva una especie de purificación en cada una de las partes, ya que cada miembro de la pareja parece iniciar una especie de metamorfosis a todos los niveles.
imagen: dromarestevez.blogspot.com |
Hasta que llega un momento en que hay que cortar
esos lazos por pura supervivencia...
Cuando todo se acaba, uno siente que le han cortado un trozo de su alma y el
proceso del duelo se convierte en una experiencia muy dolorosa.
Son tantas vidas juntos que la separación no es una ruptura cualquiera. Es un
dolor que nunca hemos conocido anteriormente y que nos deja descolocados y
exhaustos.
Por mi experiencia personal, lo que me parece más aconsejable recomendar es caminar, caminar y caminar... Mover el cuerpo para evitar enloquecer y que la energía mental baje por nuestra columna, dejando que la Madre Tierra absorba ese dolor a través de la planta de nuestros pies. Yo llegué a caminar unos 20 kilómetros diarios, durante unos seis meses... ¡Una locura!
imagen: geohabitar-Itda.blogspot.com |
Y ahí es cuando empieza lo interesante... El
trabajo interno de cada uno. Es la más increíble oportunidad que jamás
viviremos para poder solucionar todos
esos aspectos enquistados que nos hacen sufrir y que tanto condicionan nuestras
vidas. Se va recuperando poco a poco la gran cantidad de energía que depositamos
en esa relación y cada vez te vas encontrando más fuerte, pero de una manera
nueva.
Cuando empiezas a volver a ser "normal"
y todo se va poniendo en su sitio, lo que queda dentro es un profundo agradecimiento a esa persona
por haber irrumpido en tu vida. Honras esa vivencia desde la más profunda
gratitud y sigues tu camino, mucho más sabio y mucho más auténtico.
imagen: granadablogs.com |
Lo que no está muy claro, al menos para mí, es que
haya que pasar por algo semejante para evolucionar, pero ya lo dicen los
Maestros:
- "Aquí, hay dos maneras de aprender: por
discernimiento o por sufrimiento".
Se ve que algunos somos muy brutos y no
sabemos hacerlo mejor.
...Pero si hoy, soy lo que soy, se lo debo todo a esta persona que conocí y a esta historia que viví. Desde lo más profundo de mi corazón: GRACIAS!!!!!!!
Muchísimas gracias! Es justo lo que me pasó con una persona hace varios años (y hasta hace poco seguía dándole vueltas al tema). Tardé casi cinco años en llegar a la misma conclusión que tú.
ResponderEliminarYa no sigo en contacto con esa persona, pero creo que ya puedo darle las gracias de verdad y dejarlo partir =)
¡Gracias por este texto!
Saludos,
Le daré las gracias a Teresa Salazar de tu parte. La buena noticia de lo que compartes en estas líneas es que estás en paz con esa persona. ¡Eso te hace libre! Feliz semana.
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