martes, 11 de diciembre de 2012

Relaciones kármicas... ¡Gracias!


El sentido de las Relaciones Kármicas


No sé si a alguno de vosotros os ha pasado:  conocéis a alguien y sentís como un dardo en el alma... No importa si esa persona no tiene nada que ver con nosotros, ni en edad, ni en afinidades, ni en el camino espiritual... Simplemente sucede en un segundo... Todo nos resulta familiar... su olor, sus ojos, su manera de expresarse... Es como un latigazo en el corazón que nos causa un impacto enorme.


imagen: esenciadelser.com

 En la siguiente cita, empiezas a pensar:

-¡Dios mío! ¿Qué hago yo con ésto?

Pero no hay nada que hacer al respecto porque es una unión que va más allá de las palabras o los hechos. Son sentimientos y lazos muy poderosos que fueron atados en otras vidas. Se siente vértigo, pero uno no puede detenerse ya que es un vínculo fortísimo que se escapa de la razón.


Estas personas no entran en nuestras vidas ni para hacernos felices (más bien lo contrario) ni para proporcionarnos paz. Su misión es otra... Vienen para enseñarnos aspectos de nosotros mismos que de otra manera no podríamos ver y para que trabajemos  nuestro interior.


A medida que la relación va afianzándose, nos sentimos como en una montaña rusa, alternando momentos de éxtasis con momentos en los que crees estar viviendo una pesadilla. Todo se nos mueve por dentro y el Universo nos pone delante, una y otra vez, aquello que tenemos que resolver de nuestro pasado y nuestro presente. Yo lo llamo el "Drama Karma", porque de fondo, hay como un tinte dramático que impregna la relación en sí misma. Ni somos felices ni podemos desengancharnos de la persona. A menudo estas almas "gemelas" tienen que enfrentarse a retos para poder estar juntas y entonces el romance se convierte en una "olla a presión". Es como si a pesar de la profunda atracción entre sí, ninguno de los dos pudiera permanecer dentro de la relación.


Esta unión conlleva una especie de purificación en cada una de las partes, ya que cada miembro de la pareja parece iniciar una especie de metamorfosis a todos los niveles.


imagen: dromarestevez.blogspot.com



Hasta que llega un momento en que hay que cortar esos lazos  por pura supervivencia... Cuando todo se acaba, uno siente que le han cortado un trozo de su alma y el proceso del duelo se convierte en una experiencia muy  dolorosa. Son tantas vidas juntos que la separación no es una ruptura cualquiera. Es un dolor que nunca hemos conocido anteriormente y que nos deja descolocados y exhaustos. 


Por mi experiencia personal, lo que me parece más aconsejable recomendar es caminar, caminar y caminar... Mover el cuerpo para evitar enloquecer y que la energía mental  baje por nuestra columna, dejando que la Madre Tierra absorba ese dolor  a través de la planta de nuestros pies. Yo llegué a caminar unos 20 kilómetros diarios, durante unos seis meses... ¡Una locura!

imagen: geohabitar-Itda.blogspot.com



Y ahí es cuando empieza lo interesante... El trabajo interno de cada uno. Es la más increíble oportunidad que jamás viviremos  para poder solucionar todos esos aspectos enquistados que nos hacen sufrir y que tanto condicionan nuestras vidas. Se va recuperando poco a poco la gran cantidad de energía que depositamos en esa relación y cada vez te vas encontrando más fuerte, pero de una manera nueva.

Cuando empiezas a volver a ser "normal" y todo se va poniendo en su sitio, lo que queda dentro  es un profundo agradecimiento a esa persona por haber irrumpido en tu vida. Honras esa vivencia desde la más profunda gratitud y sigues tu camino, mucho más sabio y mucho más auténtico.


imagen: granadablogs.com


Lo que no está muy claro, al menos para mí, es que haya que pasar por algo semejante para evolucionar, pero ya lo dicen los Maestros:

- "Aquí, hay dos maneras de aprender: por discernimiento o por sufrimiento". 

Se ve que algunos somos muy brutos y no sabemos hacerlo mejor.


...Pero si hoy, soy lo que soy, se lo debo todo a esta persona que conocí y a esta historia que viví. Desde lo más profundo de mi corazón: GRACIAS!!!!!!!

2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias! Es justo lo que me pasó con una persona hace varios años (y hasta hace poco seguía dándole vueltas al tema). Tardé casi cinco años en llegar a la misma conclusión que tú.
    Ya no sigo en contacto con esa persona, pero creo que ya puedo darle las gracias de verdad y dejarlo partir =)
    ¡Gracias por este texto!
    Saludos,

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  2. Le daré las gracias a Teresa Salazar de tu parte. La buena noticia de lo que compartes en estas líneas es que estás en paz con esa persona. ¡Eso te hace libre! Feliz semana.

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