martes, 18 de diciembre de 2012

Hipnosis, carcinomas y lesiones deportivas



Fundamentos de la hipertermia en hipnosis, por Ángel Mateo

La hipertermia, en medicina, es una enfermedad muy grave cuando se produce de forma generalizada. Localmente es la evidencia de que hay una infección o cualquier alteración que al producir elevación de temperatura tiende a curarse.

imagen: ferato.com


Se ha descubierto, hace ya casi 100 años, que  generar una elevación de temperatura en una zona dañada afecta a las células implicadas que para defenderse de esa temperatura activan una proteína como mecanismo de defensa y generan una especie de escudo protector que, si bien defiende a la célula, también la transforma en hipóxica, falta de oxígeno, que la convierte en muy volátil y por tanto una muy ligera elevación de la temperatura la destruye, eliminándola.

Los profesionales de la hipnosis, que por lo general no somos médicos, ni entramos ni salimos en ese principio puramente médico, simplemente nos limitamos a traducir al lenguaje y modos de la hipnosis aplicada el mencionado principio.

Las pruebas realizadas sobre la eficacia de la hipertermia han demostrado que lo más eficaz para lograr esa elevación de temperatura es desencadenar una visualización de un incendio que va a producir que la musculatura de la zona a tratar vibre y al vibrar produzca calor, temperatura, que va a afectar a la zona dañada, y cuyo manejo por el profesional debe hacerse en la línea que convenga.

Esas pruebas a las que me refiero se han realizado especialmente por la Universidad de los Países Bajos, que incluso publican informes bajo el nombre The Journal of hyperthermoa, donde dan a conocer sus logros, aunque siempre con aparatos, no con hipnosis. Al ser el principio el mismo nos sirven de guía y orientación.

Hay especialmente un estudio realizado por ellos y por la Universidad de México, en 1.992, en el que se hicieron tres grupos de pacientes: uno solo recibió quimioterapia, otro solo hipertermia y un tercero recibió las dos técnicas. ¿El resultado final? El grupo con óptimos resultados fue este último; el segundo, fue el de la hipertermia sola y el tercero, ya  bastante distante, el de la quimio.

Las posibilidades de intervención con este protocolo, protegido en el Registro de la Propiedad Intelectual por su descubridor, nuestro Presidente y Director de la ETH, D. Jesús Genaro González, son enormes pudiendo 

acelerar de forma casi increíble un esguince o una lesión muscular, quemar una tumoración, posibilitar una recuperación funcional de miembros, estimular una glándula en la forma adecuada, eliminar varices flexibilizando las venas y hasta realizar una lipólisis, proceso este bastante extenso pero extraordinariamente eficaz.


imagen: aztecanoticias.com.mx


Al estar protegida la autoría se ha evitado que se produzca una especie de invasión de “inventores” por cualquier lado, pero también ha evitado, y esto es una limitación, su divulgación más amplia. 

La hipertermia que se lleva a cabo con aparatología está muy extendida por el norte y centro de Europa, pero no es tan conocida en nuestro país y por eso se aplica poco. En el caso de la hipertermia con hipnosis ocurre igual.

Cuando se aplica la hipertermia para reducir o eliminar carcinomas, por la gravedad de los mismos, la espectacularidad del proceso alcanza límites que nadie o casi nadie reconoce, al desconocerse  el proceso y el protocolo, ya que es siempre la medicina convencional la que diagnostica en principio y es esa misma medicina la que determina si ha habido remisión o no. A la hora de aplicar este protocolo nos convertimos en máquinas parlantes simplemente, sin la menor posibilidad de intervención en cualquier parte del proceso, ni para diagnosticar ni para decidir sobre la evolución.

Es conocido que hay quien fabrica aparatos muy sofisticados que producen esta hipertermia, pero aplican el calor desde fuera hacia adentro, con sesiones largas y repetitivas  y bajo diferentes técnicas, ya sean electromagnéticas, de radiofrecuencia o como consideren más eficaces. 


imagen: shenyan-holimed.es


En cambio el proceso realizado en hipnosis, genera la temperatura dentro del organismo, alrededor de la zona afectada, y tiende a evaporarse, a salir fuera, siguiendo el sentido contrario al de los aparatos, lo que produce un mayor aprovechamiento de la elevación de temperatura prácticamente integral.

Si bien el principio médico es el mismo, el proceso de aplicación es exactamente el contrario, lo que permite sesiones mucho más cortas y espaciadas. A título de ejemplo, si actuamos sobre una glándula no debemos estar con temperatura elevada más de 6 minutos, y esto una vez a la semana para dejar que los tejidos recuperen bien.

Lamentablemente nos hemos ido encontrando detractores que argumentan sin saber nada del proceso, desconociendo todo alrededor de esta técnica y, lo que es peor, sin querer averiguar nada sobre la misma.

La realidad es que cada vez más avances en medicina y especialmente en cirugía, contienen elementos en los que la elevación de temperatura aporta un plus de eficacia que antes no existía. Esto nos hace pensar que tan despistados no debemos estar.

Una de las aplicaciones de la hipertermia que deberían tener mayor incidencia es en las lesiones deportivas, en las que se podrían acortar los tiempos de recuperación de forma drástica pero que no se utiliza en absoluto en esta línea.

Recuerdo el caso de un defensa brasileño del F.C. Barcelona que por un esguince de rodilla se le vaticinó una larga recuperación pero logró jugar sin problemas en poco tiempo. Se le había aplicado hipertermia con aparatos, no hipnótica, y el resultado fue excelente.

El por qué no se quiere aplicar la hipertermia con hipnosis pienso que posiblemente nazca del desconocimiento que se tiene de la técnica y de su aplicación. Es verdaderamente lastimoso perder oportunidades tan importantes y valiosas a la hora de realizar recuperaciones que pudiéramos denominar como sorprendentes.

Hay que hacer alusión para terminar que el cuerpo humano, para su funcionamiento correcto, dispone de mecanismos que son automáticos, y que impedirían que una mala intervención del profesional pudiera causar daño alguno, refrigerando la zona de forma instantánea.

También son casi perfectamente conocidas las principales reacciones del ser humano bajo este proceso lo que permite al profesional actuar en la forma más adecuada, procediendo en cada caso según las particularidades de cada sujeto. No todo el mundo responde igual ante el mismo estímulo, ni se puede hacer lo mismo sin la imprescindible adaptación.

Si lo prueban me darán la razón, no tengo la menor duda de esto.

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