Sal común, sal marina, sal rosada

De la misma forma que no todos los químicos son tóxicos ni todos los tóxicos son químicos, lo mismo ocurre con la Sal. Hay una sal que definitivamente es perjudicial para la salud -la sal común- y otras que son beneficiosas para nuestro organismo, como la Sal Marina y la Sal Rosada.

imagen: estudiabetes.org

Antes de hablar de la rosada, os recordamos la entrevista que le hicimos a Mariano Arnal, gerente de Aquamaris, en la que nos explica detalladamente las bendiciones de ingerir agua de mar para nutrir y sanar nuestros cuerpos y mentes. Ahora está escribiendo un libro que justifica por qué la sal marina es –según su opinión- la mejor y más completa, frente a otras sales también nutritivas. http://buenasterapias.blogspot.com.es/2012/05/entrevistas-mariano-arnal-y-aquamaris.html

imagen: haycomprension.blogspot.com

La sal común está refinada y en este proceso de refinamiento perdió todo su valor nutricional. A ello le sumamos que se le añaden aditivos. Entre los más perjudiciales están:

• El bicarbonato sódico, que se emplea para prevenir el cambio de color
• El hidróxido de aluminio, utilizado para evitar apelmazamientos
• Y la dextrosa, que evita la oxidación del yodo

La Sal Rosada carece de excipientes que perjudiquen su pureza y contiene, además del cloruro de sodio, alrededor de 84 minerales. Estos minerales y oligoelementos ya se encuentran en nuestro organismo y pueden ser fácilmente asimilados por él. Esta sal, al igual que la marina, es un alimento  “vivo”.   Ya se están haciendo estudios que corroboran la capacidad revitalizante de la sal. De momento sabemos que:

• Ayuda a mejorar las condiciones de los sistemas respiratorio, circulatorio y nervioso y las funciones de los órganos internos
• Se beneficia también la actividad cerebral
• Aumenta la facilidad a la hora de perder peso y el pelo y las uñas crecen mejor
• Mejora la calidad del sueño, los niveles de concentración y la energía vital

imagen: rawfoodflowers.blogspot.com




Nos alegra saber que ya hay muchos naturópatas que recomiendan la ingesta de agua de mar, sal marina y sal rosada a sus usuarios. Si en nuestros hospitales se creara un departamento de Terapia Marina ahorraríamos millones de euros a la sanidad pública y muchos tóxicos peligrosos a nuestro cuerpo.

 

La naturopatía y la homeopatía deberían, igualmente, formar parte de un sistema sanitario envejecido y obsoleto que aún no entiende que a la salud se la conquista dándole la mano a la Madre Naturaleza y centrándonos en la prevención inteligente y personalizada. Esa prevención implica, de momento, que soy lo que como. Mientras sigamos comiendo –que no alimentándonos- no podemos pedirle a nuestras células que recuerden el camino recto hacia la salud verdadera.

Más información:

http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=1141

Casos clínicos tratados con agua de mar