lunes, 6 de agosto de 2012

¡Vete al carajo!

Todos los sábados se aprende algo. Manuel, un jerezano feliz y generoso,  me contó de dónde venía la expresión "Vete al carajo". Y me encantó. 

Según la Real Academia de la Lengua, “Carajo” era el nombre que se le puso al espacio ubicado en la parte más alta de los mástiles de las antiguas carabelas españolas. Era una especie de canasta que servía como puesto de observación, desde el cual los vigías oteaban el horizonte en busca de naves enemigas, puntos de ubicación o lugares hasta donde querían llegar. Por otro lado, los marinos de aquellas épocas, asociaban al mástil y dicha canastilla con el órgano sexual masculino.


imagen: desmotivaciones.es


En aquel lugar, el más alto del mástil y el más inestable de la nave, se sentía con mayor intensidad el movimiento lateral realizado por un barco de vela. El marino que era enviado a permanecer como vigía bajaba totalmente mareado después de dos horas. Irse al carajo era considerado como un duro castigo y servía para dar escarmiento a quienes cometían alguna infracción a bordo.


inagen: videosycotorreo.blogspot.com

De ahí parece surgir la expresión: "Váyase al Carajo", como interjección para expresar un desacuerdo con alguien. Pero igualmente, también se acuñó otra expresión: "Ese tipo está del Carajo", que se empleaba para referirse a los marineros podían tolerar sin mayores problemas los movimientos del barco incluso con tempestades.


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