Los remedios naturales que Bruselas y la Industria Farmacéutica nos quieren prohibir
¿Sabías que una asociación francesa ha sido llevada ante los tribunales por la "venta ilegal" de simples semillas de tomate y otras frutas y verduras? ¿Y que un horticultor, también en Francia, fue sometido a un registro policial, siéndole incautado su ordenador por la Dirección General de Consumo por haber utilizado estiércol de ortiga para el cuidado de su jardín? ¿Qué hay detrás del hecho de que algunos bioagricultores hayan sido acusados, en este mismo país, de recomendar un "pesticida prohibido" cuando en realidad estaban usando aceite de neem, empleado desde hace siglos por los hindúes como antiplagas?
imagen: teblanco.org |
Imagina
que su hijo o tu pareja estuvieran gravemente enfermos y que existe un remedio
natural, sin peligros ni efectos secundarios, que quizás podría curarle. Pero
la Unión Europea le prohíbe utilizarlo. En cambio, las autoridades le
obligan a darle medicamentos químicos con efectos secundarios potencialmente
muy graves. No tienes elección.
Esta absurda
pesadilla es una realidad inminente que amenaza a Europa y a todos sus
habitantes, incluidos tú y yo. Para que no se materialice el Instituto para la Protección de la Salud Natural te ofrece esta información.
Después de años
de lobby, las multinacionales farmacéuticas están logrando su objetivo:
Un nuevo reglamento draconiano de la Unión Europea hace peligrar a miles de remedios medicinales naturales utilizados desde hace siglos y que no tienen los efectos secundarios de los medicamentos modernos derivados de la petroquímica.
imagen: thisischile.cl |
Antes de firmar
(si lo consideras oportuno) esta petición en la que defendemos el derecho a conquistar nuestra Salud Integral con
remedios naturales, lee y decide qué es lo mejor para ti y para tu familia.
El reglamento
arriba citado afecta a muchísimos productos naturales, incluidos remedios para
el corazón, las arterias, las articulaciones, el azúcar en la sangre, los
huesos, la memoria, la digestión, el sueño, la vista, la depresión, la fatiga.
Se trata del
Reglamento 1924/2006/EC sobre productos de medicina natural que declaran tener
propiedades saludables.
Este nuevo
reglamento exige a los vendedores de estos productos obtener una autorización especial
de Bruselas para poder informarle a usted, verbalmente o por escrito, de
las propiedades beneficiosas de los productos naturales.
Esta
autorización la concede un organismo, la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria).
El problema es
que tarda de tres a cinco años en tomar sus decisiones. Pero lo más grave es
que de las 44.000 solicitudes de autorización para poder declarar propiedades
"saludables" registradas desde 2008, la EFSA ha autorizado hasta
ahora... ¡sólo 222!
Se trata de una
ofensiva sin precedentes contra nuestro derecho a curarnos de forma alternativa
a la medicina convencional occidental.
Y el objetivo
de este bloqueo es muy claro:
Garantizar beneficios de miles de millones de euros en los próximos años a la industria farmacéutica, obligando a los pacientes a usar sus medicamentos, a falta de alternativas.
Pero hay Esperanza:
En Inglaterra,
una asociación muy activa a nivel europeo, la Alianza para la Salud Natural,
está organizando protestas y enviando correos electrónicos a gran escala a
diputados europeos.
En Bruselas, el
Instituto para la Protección de la Salud Natural ya ha recogido 250.000 firmas
de protesta en Francia, Bélgica y Luxemburgo.
Agustin de Livois, presidente del IPSN |
En España,
hasta ahora no ha habido ninguna gran movilización en este sentido.
Por ello, el
IPSN, respaldado por un grupo de médicos, pacientes y ciudadanos españoles, ha
decidido comenzar a actuar también aquí. Y le hacemos un llamamiento urgente.
Desde el
Instituto para la Protección de la Salud Natural en Bruselas, permíteme que le
pida lo siguiente:
Actúe. Firme
la petición que aparece abajo en contra del Reglamento 1924/2006/EC. Con este
gesto, y entre todos, defenderemos la Salud Natural en Europa.
Aunque nunca
nadie había pensado antes poner límites a la libre circulación de los
complementos alimenticios naturales, sin embargo los burócratas de Bruselas han
decidido ahora cambiar esta situación.
Para ello, han
decidido obligar a los fabricantes a obtener informes de expertos, realizar
estudios clínicos y preparar expedientes que cuestan una fortuna, incluso para
remedios que han sido utilizados sin ningún problema ¡desde hace cientos de
años!
Se habla de un
coste de 105.000 a 180.000 € por cada suplemento dietético.
Esto se hace, obviamente,
en nombre de "la seguridad del paciente". Sin embargo, el único
resultado concreto será la desaparición de cientos de productos
naturales utilizados hasta ahora sin ningún peligro para la salud.
Y lo que es
peor, el organismo responsable trabaja tan lentamente que supone una amenaza
para miles de pequeños productores, que se encuentran en peligro de
desaparecer.
Hasta se podría
pensar que lo hace a propósito.
Por poner un
par de ejemplos: decenas de expertos, que representaban a 27 países, dedicaron
casi dos años para que el comité responsable de preparar las opiniones de la
Agencia Europea del Medicamento sobre las hierbas medicinales reconociera a las
semillas del hinojo común sus propiedades como expectorante antiespasmódico o
digestivo, indicaciones conocidas desde hace siglos en la tradición popular
euromediterránea y china.
El caso de la
hoja de vid roja necesitó aún más tiempo: tres años. No obstante la
vid roja es un remedio conocido desde hace décadas para mejorar la circulación
sanguínea. Docenas de estudios científicos han confirmado su eficacia y su
inocuidad.
Hasta la fecha, más del 95% de los expedientes de los productos a base de hierbas que se han presentado han recibido una respuesta negativa por parte de la EFSA.
¿La razón? Que
emite sus decisiones aplicando el mismo modelo -demasiado estricto- reservado a
los procedimientos para los medicamentos químicos.
En definitiva,
el Reglamento 1924/2006/EC es el mayor ataque jamás realizado al derecho a la
información de los enfermos.
¿Cómo puede
usted saber, sin ser un especialista, que:
- el ácido alfa lipoico, un antioxidante multifuncional, es de un incalculable valor para las personas con diabetes, prediabetes y para las personas con neuropatías (incluyendo dolores nerviosos)?
- que la Co-enzima Q10 y la carnitina son muy importantes para la salud cardiovascular, sobre todo para las personas que toman estatinas (fármacos contra el colesterol)?
- que la glucosamina y la condroitina ayudan a millones de personas que sufren dolor en las articulaciones?
- ¿o que los ribonucleótidos, tomados por las personas que tienen un sistema inmunológico debilitado, fortalecen las defensas naturales y restauran el equilibrio gastrointestinal?
La respuesta es
muy sencilla: usted ya nunca podrá tener esta información, y lo más
probable es que no tenga más remedio que recurrir a los medicamentos químicos
producidos por la industria farmacéutica.
Estamos ante un
escándalo sin precedentes y, según algunos, el momento elegido para aprobar
este reglamento no es en absoluto casual.
Porque lo
cierto es que la aprobación de este reglamento era un asunto urgente... para la
industria farmacéutica, que lo necesitaba para consolidar su posición
dominante, en un momento en el que se encuentra cuestionada.
La credibilidad
del sector farmacéutico se ha puesto en entredicho por escándalos recientes,
como los de los fármacos Vioxx (un antinflamatorio retirado del mercado porque
triplicaba el riesgo de infarto) y Avandia (un antidiabético también retirado
de las farmacias, después de que se demostrara que aumentaba el riesgo
cardiovascular de los pacientes que lo tomaban).
Los expertos
hablan de decenas, de cientos de medicamentos tóxicos que deberían ser
prohibidos.
Por otra parte, en España, la crisis económica y la reciente exclusión de cientos de medicamentos de uso común de la financiación de la Seguridad Social (junto al aumento del copago por parte de los ciudadanos de los fármacos que sí sigue financiando), animan a los españoles a recurrir a los remedios naturales, en muchos casos más baratos, libres de efectos secundarios y a menudo igual de eficaces.
Por ello, era
urgente para la industria farmacéutica suprimir las otras alternativas
existentes.
Y el nuevo
reglamento europeo representa la panacea para esta industria, pues le va a
asegurar sus miles de millones de ganancias anuales durante las próximas
décadas.
¡Indígnate! Y,
por favor, firma la petición que encontrarás abajo.
España, como
país miembro de la Unión Europea, deja las manos libres a Bruselas para
imponernos normas que no nos convienen.
Durante mucho
tiempo, esto no ha supuesto grandes problemas en la mayoría de los países.
Pero hoy la
situación en algunos de ellos está tomando un cariz preocupante. Por ejemplo en
Francia. Y remedios tan sencillos como las cápsulas de ajo o la infusión de
romero se encuentran hoy cuestionados.
Es algo
lamentable que vulnera los derechos de los enfermos y que ataca a los pequeños
productores locales.
Tu firma dará
la legitimidad democrática decisiva a las gestiones que desde el Instituto para
la Protección de la Salud Natural estamos realizando. Si lo consideras oportuno, después de
firmar la petición, por favor, reenvía este mensaje a todos tus contactos.
No hay tiempo
que perder.
Muchísimas
gracias. FIRMAR LA PETICIÓN
¡Contacta con el Instituto para la Protección de la Salud Natural!
- Por correo electrónicocontact@ipsn.eu (comunicaciones en francés)
contacto@ipsn.es (comunicaciones en español)
- Por correo postal:
Instituto para la Protección de la Salud Natural
253A Waversesteenweg
1050 Bruselas – Bélgica
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