lunes, 10 de junio de 2013

Vacaciones saludables para niños bielorrusos en Sevilla




Entrevistamos a Tomás Medrano. Preside la ONG sevillana 26 de abril. Las familias integrantes de esta asociación trabajan desde hace año y medio mejorando la vida de los niños bielorrusos. Buscan en Sevilla hogares de acogida que atiendan a estos chicos afectados por la radiación de Chernóbil. Ya han disfrutado con ellos más de 40 chavales, entre 7 y 17 años. ¡Todos crecen con la experiencia!  


La alegría de los niños bielorrusos es evidente... imagen: mundoplus.tv

   

B.T: ¿Cuándo y por qué nace la ONG? 

Este proyecto nace después de ver cómo funcionaban otras organizaciones con el mismo fin. La Junta Directiva, toda, habíamos tenido experiencia en la acogida de niños bielorrusos pero no cuajaba con la verdadera idea que teníamos en mente.

San Cirilo, por ejemplo, que aglutina a las hermandades de Sevilla, no dejaba participar a las Familias de Acogida o Familias Guardadoras, como nos denomina la Junta de Andalucía.  Era una especie de ordeno y mando: ellos decidían el día de llegada y de partida de los niños, dónde tenían que ir los menores y hasta nos obligaban a una recepción con el arzobispo de Sevilla, cosa lógica si tenemos en cuenta que se trata de organización religiosa, y, además de lógica, respetable, pero siempre impuesta. Otra Asociación en la que habíamos estado participando no recogía en su proyecto la ayuda a menores.


La Asociación 26 de Abril quería no solo traer menores en verano y Navidad, sino que además quería, y lo venimos haciendo, ayudar a los menores que por diversas circunstancias no pueden venir en esas épocas a sanarse, y para que esos dos conceptos (acogida y ayuda) se pudiesen realizar se fundó 26 de Abril.


Nuestro viaje a Bielorrusia, y el de otras familias de acogida, nos abrió los ojos a la triste realidad que allí se vive. La gran mayoría de los menores que son acogido por nuestra asociación, un 90%, viven en muy malas condiciones, tanto económicas como sociales. El sueldo de una familia Bielorrusa es de 100 euros mensuales, mientras que los precios de los artículos más necesarios (leche, fruta, cereales etc.) están al igual de precio que aquí en España.

Ellos viven en aldeas aisladas en medio de un bosque. En esas aldeas hay 8 o 10 casas; no tienen calles, solo tierra, ni luz que las alumbren. Los colegios están a 8 o 10 Km de sus hogares y la mayoría de ellos carecen de un cuarto de baño, por lo que sus necesidades las hacen en una caseta que tienen fabricada en el exterior con un agujero en el suelo.  Cuando éste se llena cambian la caseta de sitio.

Estas circunstancias junto al régimen político que allí se vive -una dictadura-  hacen que vivan en condiciones muy precarias.

B.T: ¿Dónde esta su sede y cuántos socios tiene actualmente?

Nuestra sede se hizo en un principio en Alcalá del Río, en nuestra casa. Posteriormente y animados por las promesas hechas por el Delegado de Bienestar social de Alcalá de Guadaíra, trasladamos nuestro domicilio a esa localidad. Estas  promesas nunca se vieron cumplidas.  Hoy seguimos con domicilio fiscal en Alcalá de Guadaíra (C/ Hierbabuena 24), que es el domicilio de un miembro de la Junta, pero realmente el domicilio lo tenemos en casa de cada familia pues todos nos sentimos tan integrados a este proyecto que hacemos que la Asociación 26 de Abril sea parte nuestra.  Con respecto a los socios tenemos unos 30.

B.T: ¿Hay empresas que colaboran con vosotros?

No, tan solo cuando celebramos algún evento.  Por ejemplo, últimamente hemos trabajado la barra del bar de los campeonatos de King Boxing. La panadería Los Rosales (de la localidad de Los Rosales) nos ha regalado el pan para los montaditos y patatas, y otra empresa, gasolinera La Red nos ha llenado los depósitos de gasoil para ir a recoger a los menores a Bielorrusia, pero ya te digo que no hay empresas que de forma continuada nos ayuden.

B.T: Habéis elegido una imagen muy concreta como logotipo de la Asociación. ¿A quién representa esa escultura y donde está ubicada?



Monumento a Los Liquidadores, en Kiev. imagen tecnoparquelineal.blogspot.com


Esta imagen es un monumento erigido a Los Liquidadores, las primeras víctimas de Chernóbil. Fueron “voluntarios” que sin saber a lo que se exponían o lo que realmente estaba pasando esa triste noche del 26 de abril de 1986, fueron mandados a apagar un incendio ocurrido en la central nuclear. Esa misma madrugada murieron 31 de ellos, trabajaron en condiciones mortales y conforme iban terminado de trabajar iban siendo ingresados en hospitales con sus vidas mortalmente marcadas. La escultura representa, pues,  a un liquidador queriendo apartar la nube radioactiva y está Ubicada en Kiev.

B.T: ¿Cuál es la situación actual de Bielorrusia?



imagen: iessonferrerdgh07.blogspot.com



Políticamente la situación es muy grave, sigue gobernado la dictadura y la pena de muerte continúa  en vigor.  Allí un militar, sea cual sea su rango, gana más que un médico y no se les puede ni toser.

Laboralmente, Bielorrusia, al igual que el resto de los países europeos, ha sido afectada por la crisis, pero con más fuerza, ya que los recursos propios que tiene son muy escasos y por lo tanto la capacidad de reacción es mucho menor.

Los salarios se han visto reducidos en un 40 y 50 por ciento y los precios se han triplicado.  Por ejemplo en 2010 un euro era igual a 4500 rubli; hoy 1 euro vale 12500 rubli. Socialmente ha empeorado y carecen de cualquier tipo de ayuda exterior.

B.T: ¿Cuáles son las líneas de acción de la ONG para ayudar a las familias bielorrusas?

La primera es acoger a menores que provienen todos ellos de las zonas más contaminadas de Bielorrusia, concretamente de la región de Gomel. Después se les envían artículos necesarios como ropa, material escolar y material de higiene y limpieza, y otros artículos como juguetes.

Nuestra última aportación ha sido económica y con la misma podrán comer durante seis meses diecinueve menores.  Este proyecto se llama UN RAYO DE ESPERANZA. http://asociacion-26-de-abril.blogspot.com.es/2013/03/proyecto-un-rayo-de- esperanza.html



B.T: ¿Cómo tramitáis el viaje de los niños? 


Un niño bielorruso puede venir Sevilla en verano y en Navidad, y quedarse más tiempo por razones de estudios. imagen: artesacro.org


Existe una legislación tanto aquí en Andalucía que nos obliga a cumplir la Junta de Andalucía como otra legislación en Bielorrusia que también debemos de cumplir. En la Junta hay que presentar una series de documentos firmados por las familias de acogida a la vez que unos compromisos que junto a los seguros de Accidente y Responsabilidad Civil debemos presentar del mismo modo en la Subdelegación de Gobierno Civil de Sevilla.
 
En Bielorrusia tenemos a ICA que nos tramita allí la documentación necesaria: pasaporte, autorizaciones, visados etc. Naturalmente, abonamos una cantidad por niño.

Tantos los gastos originados en Bielorrusia como en España corren íntegramente por parte de las Familias de Acogida y económicamente no tenemos ayuda de ningún gobierno o institución estatal.

B.T: ¿A las familias bielorrusas les parece bien que ellos estén aquí unas semanas? ¿Cuánto tiempo pueden quedarse con las familias de acogida?

A una madre Bielorrusa le hicieron esa pregunta y la mujer contestó  “la distancia duele pero no mata; el hambre, la contaminación y las enfermedades sí lo hacen…”.

Nosotros solemos traer a los menores unos 50 días en verano y un mes en Navidad; la acogida de verano es la obligatoria, la de Navidad es optativa.


Existen tres formas de traer a menores: una es por acogida, a la cual le denomina la Junta de Andalucía vacaciones; otra es por enfermedad,  si el menor tiene que tratarse de alguna afección  y la última por estudios.  En este caso están aquí durante el periodo escolar y regresan en verano a sus casas.


B.T: ¿Quién decide qué niños vienen y cuáles no?

La criba la hace Bielorrusia y lógicamente deben de reunir una serie de “condiciones” en los menores.  La primera es que los menores estén contaminados por la radioactividad, después se tiene en cuenta el tipo social de familia, los ingresos, número de hermanos,  etc. 

Nosotros pedimos que sean de las zonas más pobres y contaminadas. Pueden venir entre las edades comprendidas de 7 a 17 años.

B.T: ¿Se integran bien los niños cuando llegan?


La mayoría de los menores se integran perfectamente. En cuanto notan el cariño que aquí les damos, rápidamente se sienten uno más de la familia y nosotros los sentimos y tratamos como a un hijo más.

B.T: ¿Qué cuentan estos niños de sus experiencias en Sevilla y en las familias?

El 95 € % de los menores que vienen quieren volver al año siguiente y hablan bastante bien en su país tanto de la experiencia vivida como de sus familias sevillanas. Durante todo el año mantenemos con ellos conferencias e intercambio de correspondencia y te puedo asegurar que nos echan tanto de menos como nosotros a ellos.

B.T: Y las familias, ¿cómo valoran esta convivencia?

De forma totalmente positiva. Los niños son uno más de nuestra familia y durante todo el año estamos trabajando por y para ellos, y todo el trabajo y esfuerzo realizado se nos ve compensado cuando se bajan del avión y nos sonríen…  Eso nos da fuerza para seguir.

B.T: ¿Los niños siguen un programa de salud al llegar en algún hospital en concreto?

Nosotros contratamos una empresa en Bielorrusia que en el mismo aeropuerto el mismo día de la partida les realiza unas pruebas a los menores para ver cómo vienen de contaminación.  Luego, el mismo día de regreso se les hace la misma prueba para ver la mejoría que han tenido.

Unas de las obligaciones, la más primordial de todas, por parte de las familias de acogida es la de llevar a los menores a un reconocimiento. Tenemos firmado un convenio de colaboración con el SAS para que el menor se incluya en nuestra tarjeta de la Seguridad Social y tenga los mismos derechos durante su estancia que cualquier hijo nuestro.


A las familias de acogida se les dice que lo primero que deben de hacer es llevarlos al pediatra y al dentista al objeto de que se les haga una revisión y detectar cualquier anomalía, la boca (dientes y muelas) la suelen traer en muy malas condiciones.


Las familias de acogida les solemos poner en las maletas cuando se marchan algunos medicamentos previamente recetados por el médico. Suelen ser jarabes y en caso necesario antibiótico. Previamente se le comunica a la monitora que acompaña a los niños en el viaje de regreso para que se lo explique a sus familias cuando lleguen a su país.

Pero  la mejor medicación que se les pueda dar es una alimentación sana y día de playa y sobre todo MUCHO CARIÑO.

B.T ¿Hay terapeutas naturales (homeópatas, naturópatas, maestros de Reiki, etc.) que los atiendan aquí? ¿Podrían ellos ayudarlos a sanar en caso de presentarse a vuestra ONG como voluntarios?

Los terapeutas, psicólogos etc., en caso de ser necesarios, son abonados por las familias de acogida. Naturalmente primero buscamos la voluntariedad de estos profesionales y en caso de no encontrarlas acudimos al de pago.  Con respecto a los terapeutas naturales, nosotros aceptamos de buen grado cualquier tipo de ayuda de forma altruista y voluntaria.

B.T: ¿A cuántos niños habéis traído desde que se fundó la ONG? ¿Recordáis algún caso en particular que os conmoviera?


Hemos traído en el año y medio que llevamos a 40 menores, todos y cada uno de ellos son especiales y distintos.  La mayoría provienen de familias desestructuradas y cada uno vive problemas distintos en sus hogares. Tenemos que aprender, después de saber el problema que arrastran, a tratarlos. Ahí es cuando se recurre al psicólogo en caso necesario.

Hemos tenidos casos especiales, por ejemplo Sirgei fue bautizado aquí en Sevilla. Otro caso es Román, un menor que vino con siete años y con una falta de cariño bastante grande. Es un crío hiperactivo con el que hay que hablar muy a menudo y darle más de un beso. Solo debemos tener siempre presente un dato: que son niños.

B.T: ¿Mantienen las familias acogedoras algún contacto con los niños cuando regresan a sus casas? 


Por supuesto. Mira, a todas las familias de acogidas se les dice que una vez que regresen a Bielorrusia, los menores  deben de sentir que aquí hay alguien que les quiere y se acuerda de ellos.

Mantenemos, como mínimo, charlas telefónicas con ellos cada 15 días.  Se les mandan cartas, y en caso de que tengan internet en sus casas, en la escuela o en casa de cualquier familiar intentamos conectar a la misma hora para poder verlos y hablar. El contacto, de una forma u otra, siempre es constante.

B.T: Por último, ¿cuánto dinero emplea una familia de acogida para tener al niño con ellos?
 
Este verano la acogida por niño cuesta 600 €. Esta cantidad incluye los billetes, gastos de monitor, seguros y autobuses. Aparte estaría lo que cada familia quiera o pueda gastarse cuando el niño regresa a casa (ropa, comida o regalos). Naturalmente hay que sumarle el gasto de manutención de los menores. Los 600 € se abonan en dos veces, una al sacar los billetes y otra quince días antes de venir los menores.

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