miércoles, 10 de abril de 2013

Helicicultura o cría de caracoles, negocio emergente




La cría racional en cautiverio de caracoles terrestres o helicicultura es hoy una actividad zootécnica reconocida internacionalmente pese a la variedad de sistemas de cría existentes. Helicicultura deriva de los vocablos latinos “helix” (tipo de caracol) y “cultivare” (cultivar).



¿Sabías que cada andaluz consume una media de 1,5 kilos de caracol al año? Sólo Francia nos supera. 


Parece ser que el caracol es un molusco nutritivo, sin grasa, con alto valor proteínico (parecido al de la ternera), rico en aminoácidos esenciales y con elevado contenido en calcio. De entre las 150 especies identificadas en Andalucía, se consumen principalmente cinco: cabrilla, burgado (aquí llamado burgajo), serrano, chapa y caracol chico.





Los caracoles son muy sensibles y delicados cuando se los manipula: un cambio ligero en la humedad del ambiente los deshidrata; una variación abrupta de la luz en el cultivo los estresa; una sutil modificación en su dieta alimenticia los enferma o les inhibe el desove.


El caracol, como animal de poder, representa la Perseverancia, Paciencia, Determinación, Respeto, Protección y Conciencia del Aislamiento. El caracol entiende el valor del movimiento lento y nos enseña cómo usarlo  a nuestro favor. Los entendidos en animales de poder comentan que la entrada de un tótem caracol en tu vida refleja la necesidad de procurar mayor protección en tu entorno. Y la lección que debemos aprender es saber en quién y cuándo confiar.





Las personas con este tótem saben retirarse cuando el peligro está presente. Cuando caracol entra en tu vida, tu reputación está en revisión. Situaciones del pasado salen a la superficie para ser corregidas o equilibradas de alguna manera. Caracol nos pide "hacer lo correcto en lo que hemos hecho mal. ¿Estás en un momento "caracol"?

Más info: 


Título: La cría de caracol y los huertos de ocio, nuevas "ecoideas" de emprendedores 


Título: Ganadero de caracoles 

Heligemas, empresa de base tecnológica de la Universidad de Sevilla, producirá caracoles chapa para la conservación de la especie y también para alimentación.

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