martes, 15 de enero de 2013

Mitología vasca: sorginak, la bruja


SERES DE LA MITOLOGÍA VASCA: Las brujas, por Inés Bengoa
 

imagen: licemar.lacoctelera.es


Uno de los personajes que no pueden faltar en la mitología vasca son las brujas o sorginak. En los siglos XVII y XVIII la Inquisición dirigió una fuerte persecución de las brujas en gran parte del territorio vasco. Muchos hombres y mujeres murieron encarcelados o quemados en la hoguera acusados de brujería. En la localidad navarra de Zugarramurdi está ubicado el Museo de las Brujas donde se abordan todas las cuestiones relacionadas con el mundo de la brujería a la vez que retrata a la sociedad navarra del siglo XVII con sus mitos y sus leyendas.


Las famosas cuevas de Zuggarramurdi. imagen: blog.ruralzoom.com


Museo de las Brujas de Zugarramurdi. imagen: euskonews.com

La leyenda popular habla de que las brujas se reunían por las noches en el bosque, alrededor de una hoguera y allí celebraban sus conjuros y hechicerías. Estas reuniones recibían el nombre de Akelarre.

La historia que os presento a continuación está ambientada en esta época de brujas y hechizos.

Hace mucho tiempo, una vieja bruja de Urdazubi acudía todos los viernes por la noche al Akelarre, como era su costumbre.

Esta vieja bruja tenía por vecinos a dos hermanos solterones que, además, eran jorobados. Estos dos hermanos sospechaban que la vieja era una bruja y por eso la vigilaban continuamente. Un día, uno de los hermanos fue a ver a la anciana y le dijo:

-         Algún día me gustaría acompañarte a una de esas reuniones a las que vas todas las semanas.

-         ¿Reuniones? ¿Qué reuniones? ¿Dónde? No sé de qué me hablas.

Pero fue tan insistente el jorobado que, al fin, la bruja reconoció que todos los viernes acudía al Akelarre. Así pues, decidieron ir juntos a la próxima reunión pero antes la bruja le dio un consejo al jorobado:

-         ¡Métete esto en la cabeza! El Brujo Mayor de la reunión nos pedirá que digamos los días de la semana y hay que decirlos así: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado. ¡No se te ocurra decir domingo! ¿Ha quedado claro?

El vecino jorobado se mostró de acuerdo con esta petición y el viernes acudieron juntos al Akelarre.

Había cientos de brujas y brujos y, en medio de todos ellos, El  Brujo Mayor, con un enorme libro debajo del brazo. En seguida trajeron una silla roja y el Brujo Mayor se sentó en ella. Todos los presentes pasaron delante de él, besaban el libro y decían los días de la semana.

Cuando llegó su turno, el jorobado besó el libro y dijo así:

-         Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.

El Brujo Mayor muy enfadado se levantó de su silla y gritó:
 
-         ¿Quién ha dicho domingo?

-         Ha sido el jorobado, señor –le contestaron los demás.

-         ¡Que le quiten la joroba!

Y le quitaron la joroba. El hombre, ahora sin joroba, volvió lleno de alegría a su casa. Su hermano, que le estaba esperando en casa, se quedó muy sorprendido:

-         Oye, ¿cómo has hecho eso?

El hermano le contó todo lo que había pasado y le recomendó que hiciera lo mismo.

Así pues, el segundo hermano fue a casa de su vecina la bruja y le pidió que lo llevara a él también al Akelarre.

-         Te llevaré, pero… me tienes que prometer que no dirás “domingo”… tu hermano también lo prometió y no lo cumplió.

-         Estate tranquila, que así lo haré –le contestó el hombre.

Cuando llegó el viernes fueron los dos al Akelarre. El hombre pudo comprobar que todo sucedía tal y como se lo había contado su hermano, y cuando llegó el momento de decir los días de la semana, el hombre dijo así:
-         Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.

El Brujo Mayor se levantó más enfadado que nunca y preguntó:

-         ¿Quién ha dicho domingo?

-         Ha sido este jorobado, señor –contestaron los demás.

-         Una vez está bien –dijo el jefe- ¡pero dos ya es demasiado! ¡Que le pongan la otra joroba!

Y el pobre hombre volvió a su casa con dos jorobas que no pudo quitarse nunca más ya que la vecina desapareció del barrio y no pudo volver a ir al Akelarre.

(Fuente: “Euskal Herriko Leiendak” de Toti Martínez de Lezea. Traducción: Inés Bengoa)


Vídeo de España Directo titulado "Zuggarramurdi: el pueblo de las brujas".



 

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